Santos rinde homenaje a las víctimas de Armero, la tragedia "anunciada"
Ahora, de Armero solo quedan ruinas rodeadas de tumbas simbólicas, las mismas que hoy el presidente ha recorrido.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, rindió hoy homenaje a las 25.000 personas que fallecieron en el desastre de Armero, la localidad colombiana arrasada por una avalancha de lodo hace 30 años en una tragedia que, reconoció, estaba "anunciada".
"Esas vidas se perdieron porque se desató una tragedia que para muchos era una catástrofe anunciada y por ello sus muertes nos pesan en el alma porque fueron el producto de la imprevisible erupción del volcán Nevado del Ruiz", dijo Santos desde la localidad de Armero Guayabal, nueva cabecera municipal tras la catástrofe.
"Pero también, y hay que reconocerlo, porque no se escucharon esas voces que lo advertían y no se tomaron las medidas preventivas suficientes en el tiempo justo para evitar esa pavorosa tragedia que borró Armero de la faz de la Tierra", agregó.
Con estas palabras, el mandatario reconoció la falta de previsión que marcó la tragedia de Armero, una próspera localidad agrícola que desapareció la noche del 13 de noviembre de 1985 por una avalancha advertida por científicos colombianos y extranjeros en los meses previos.
Y es que fueron varios los estudios que alertaron de las recientes erupciones del volcán Nevado del Ruiz, que al entrar en erupción el 13 de noviembre derritió las nieves de su cumbre y aumentó el represamiento del río Lagunilla, por cuyo lecho bajó una oleada imparable de piedras y lodo en dirección a Armero.
Sin embargo, el Gobierno de la época ignoró estas advertencias que, de haber sido atendidas, habrían dado pie a una evacuación y reducido, según especialistas, la cifra de víctimas, que ascendió a 25.000 muertos de los cerca de 30.000 habitantes que se calcula tenía la localidad.
Ahora, de Armero solo quedan ruinas rodeadas de tumbas simbólicas, las mismas que hoy el presidente ha recorrido.
Bajo la sombra de la gran cruz blanca que rememora la tragedia, Santos sembró un árbol, "insignia de la esperanza" para un lugar en el que, destacó, la muerte no consiguió vencer.
"Al rendir homenaje a las víctimas de Armero tenemos que señalar que siempre la vida derrotará a la muerte. Aquí no triunfó la muerte sino la vida, porque aquí, en toda esta zona, están familias de muchos sobrevivientes y de todos los que recordamos y nunca olvidamos", indicó el presidente.
Posteriormente, se desplazó a la vecina Armero Guayabal, donde inauguró un museo que recoge fotografías del suceso en el "Parque Conmemorativo Omayra Sánchez", un complejo con instalaciones deportivas que lleva el nombre de la niña de 13 años cuya agonía de 60 horas dio la vuelta al mundo y se convirtió en símbolo del desastre.
Además, descubrió una escultura del maestro colombiano Enrique Saldaña que representa a Omayra saltando con la cuerda como cualquier niña de su edad, en una posición semejante a la clásica de la Victoria de Samotracia que reposa en el Museo del Louvre de París.
Según Santos, Omayra se convirtió en un "hito universal" porque "enfrentó con tanto coraje y tanta dignidad el reto de estar al frente de la muerte" durante las tres noches y los tres días que duró "su lucha y su agonía".
"Han pasado 30 años y todos sentimos como si fuera hoy aquel día en que más de 25.000 colombianos fueron arrebatados a la vida aquí en Armero por la fuerza inclemente de la naturaleza. Su memoria es una presencia que yace también aquí ahora, en nuestras almas y en nuestros corazones", expresó el presidente.
Santos invitó a todos los colombianos a mirarse "en el espejo roto de Armero" para no olvidar lo que aquí ocurrió, y dijo que en el inmenso camposanto en el que se ha convertido la localidad se construirán "más obras para recordar".
Con este homenaje Colombia cierra los actos conmemorativos de la tragedia, que este viernes fue recordada con una misa oficiada en las ruinas del pueblo, donde hoy pastan vacas que, según denuncias de supervivientes, ganaderos sin escrúpulos crían en el lugar.
EFE